Aglaia Berlutti
1 min readDec 3, 2016

¡Hola m7od! ¡Gracias por leer!

La verdad, no lo creo. Es decir, el terror a lo desconocido que busca — y consigue — Scott en la película está basado en el hecho que la criatura es algo que nadie podía haber imaginado. Una incógnita existencialista y nihilista que se asume como un gran enigma — y metáfora — del espacio exterior. Nadie había visto nadie al monstruo — de hecho, lleva tiempo que el director lo muestre — y ese juego de incertidumbre refleja un poco la violencia del terror que invoca. Nuestra concepción de lo desconocido suele ser muy ingenua: imaginamos algo terrorífico pero dentro de los límites de lo conocido. La criatura no lo es. Desde su piel policarbutada hasta su sangre letal, desafía toda concepción sobre lo que se asume es real.

Ash es un androide. Un tipo de tecnología familiar para la tripulación de Nostromo. No sabían que el asistente médico lo era — y eso envuelve la vieja suspicacia hacia las corporaciones y otros entes de poder, tema recurrente en la saga “Alien” — pero la ignorancia sobre su naturaleza no entraña peligro ni mucho menos resulta una amenaza. Ash sólo es un añadido a la incertidumbre. Una vuelta de tuerca al dilema engañoso del miedo que no se comprende a sí mismo.

¡Saludos!

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Aglaia Berlutti

Bruja por nacimiento. Escritora por obsesión. Fotógrafa por pasión. Desobediente por afición. Escribo en @Hipertextual @ElEstimulo @ElNacionalweb @PopconCine