Crónicas de la lectora devota:

“This land is our land: An Immigrant’s Manifesto” de Suketu Mehta.

Aglaia Berlutti
8 min readJun 14, 2019

Durante la última década (y mucho más, desde la llegada de Donald Trump al poder y el resurgir de corrientes de ultraderecha en Europa), la emigración se convirtió en un tema de estado incómodo. Uno que se encuentra en medio de un debate político que muchas veces no analiza el centro mismo de su importancia e implicaciones. Para la gran mayoría de los gobiernos que deben lidiar con crisis migratorias a gran escala — ya sea por refugiados o por ser un canal histórico para el paso de emigrantes — lo hacen desde la frialdad del análisis estadístico, legal o metódico. O en el mejor de los casos, en la búsqueda de una solución viable y sostenible, que incluya políticas más o menos humanitarias sobre la circunstancia. Pocas veces, el emigrante es el centro del debate. En muy pocas ocasiones, es el objetivo y centro motor de cualquier búsqueda de alternativas al problema.

El profesor de periodismo de la Universidad de Nueva York Suketu Mehta, decide reflexionar sobre el tema de la emigración desde la perspectiva del individuo en su libro This land is our land: An Immigrant’s Manifesto, un trayecto académico, emocional y moral sobre el impulso migratorio — lo que provocó y provoca las grandes oleadas migratorias — pero sobre todo, la percepción del dolor individual del emigrante, la pérdida y el desarraigo convertidos en un estatus legal imposible de definir de manera sencilla. En un análisis pormenorizado, elabora un mapa de ruta para comprender el fenómeno de la migración de nuestro siglo (tan diferente al de cualquier otra época) y cómo debe interpretarse. Mehta dialoga con las diferentes consecuencias de la emigración en un recorrido cuidadoso sobre la necesidad de transformación de la cultura y cómo influye ese instinto primitivo de traslado, en las fuerzas migratorias actuales.

Mehta medita sobre el tema desde la experiencia: durante su vida, ha sido emigrante en constante movimiento. Desde su primer gran recorrido desde Gujarat (India) hasta EEUU siendo un niño, hasta el viaje de vuelta al país de origen para vivir en Mumbai (Bombay) durante los primeros años de la veintena, la historia personal del autor está relacionada de manera total con la persistencia del traslado interior y la búsqueda del origen étnico. Este largo camino personal le permitió comprender las corrientes migratorias como un hilo seminal que une a nuestra época con el viejo impulso del viaje histórico, hasta encontrar un sentido amplio sobre los motivos que llevan a emigrar y la forma en que el fenómeno pesa sobre a psiquis colectiva. Para Mehta, la emigración no es sólo un trayecto físico, sino también una transformación emocional relacionada con la necesidad de crear la propia versión del mundo. Es esta experiencia mixta y cíclica, la que brinda al libro This land is our land: An Immigrant’s Manifesto una rara profundidad y también, la noción del encuentro entre el análisis y la emoción del testimonio.

El libro de Mehta resulta atípico justo por el hecho que se trata de un conjunto de datos sobre el fenómeno de las líneas migratorias pero también, de una narración llena de reminiscencias en la que los sentimientos conducen a una búsqueda primordial sobre la identidad. ¿Quienes somos como cultura? ¿qué impulsa el trayecto fuera de las fronteras de nuestros países de origen? Más allá de las guerras, enfrentamientos y también, sucesos de carácter catastrófico y puntual, la emigración es una forma de comprender las transmigraciones de la cultura en todas las épocas, algo que Mehta analiza con cuidado y que construye desde la percepción de su propia vivencia. Entre ambas cosas This land is our land: An Immigrant’s Manifesto, es una historia en la que se superponen hilos de generaciones de emigrantes a través del mundo, lo que permite comprender el fenómeno en toda su extensión.

Además, This land is our land: An Immigrant’s Manifesto abarca la concepción del emigrante como testigo de excepción de la ruptura del gentilicio y la construcción de una identidad compartida, en la que pone de relieve los derechos de quienes emigran y la forma en que su recorrido muestra la evolución de la cultura como conglomerado. Por supuesto, desde esa perspectiva, el libro de Mehta es una crítica feroz hacia las políticas contra la emigración y el prejuicio añadido que un nuevo sectarismo sobre el tema, causó durante el último lustro. Con su aire multicultural y cosmopolita, el relato de Mehta es una imagen instantánea de un momento histórico en que el recorrido de grupos de emigrantes a través del mundo, se transforma en una concepción sobre la transformación cultural de la sociedad. Claro está, This land is our land: An Immigrant’s Manifesto es también una versión íntima sobre la pérdida y la ruptura del gentilicio. Para el escritor, no se trata sólo de la evolución que supone la mezcla de culturas que brinda un nuevo rostro a lo contemporáneo: es a la vez un reconocimiento de las raíces milenarias del viaje invisible que puede ser el origen mismo de la forma en que lo multiétnico se comprende en la actualidad. Mehta logra combinar ambas conclusiones sobre el tema y encontrar una versión parcial sobre lo que el emigrante y la emigración significa para un mundo globalizado como el nuestro. ¿Acabaron las fronteras? ¿la búsqueda de identidad regional se hace más amplia? No son cuestionamientos sencillos pero el escritor los plantea desde el conocimiento intrínseco de la vivencia, lo que agrega un valor considerable al mapa de la cultura actual que This land is our land: An Immigrant’s Manifesto que intenta trazar.

Pero el libro es también un reclamo notorio: como el manifiesto que es, insiste en la idea que el emigrante es parte de la tierra que le acoge, un concepto que, en medio de las discusiones sobre la emigración y las políticas que la regulan, es más pertinente. Con un poder emocional conmovedor, Mehta reflexiona en primera persona sobre el valor del emigrante, su aporte a la cultura adoptiva y la construcción de una versión sobre un nuevo tipo de sociedad en que el origen es casi tan importante como la influencia. Para lograr una mirada tan profunda, el autor recorrió rutas de refugiados y emigrantes alrededor del mundo, recopiló sus historias y elaboró una concienzuda secuencia sobre el hecho de la travesía desde el país de origen hasta el de acogida. El resultado, es un coro de voces que interpreta las aristas más duras sobre el hecho del tránsito entre países: desde la pérdida de la concepción de la nacionalidad — “no perteneces a ninguna parte”, dice uno de los testigos anónimos de Mehta “Sólo eres una estadística que nadie reconoce” — , hasta la identidad escindida, construída a trozos a partir de la nueva realidad a la que el emigrante debe enfrentar. Para Mehta, la emigración moderna es un proceso que jamás se detiene. “Los que llegan, siempre son extranjeros y al regresar, también lo son en su propio país”, explica un hombre centroamericano que intenta llegar a EEUU. Es la tercera vez que lo hace y durante la conversación con Mehta, es más que evidente que el impulso de llegar y encontrar la prosperidad prometida, se encuentra a medio camino entre la sorpresa y una fantasía rudimentaria. “Vendré todas las veces que sea necesario” culmina, como una inocencia firme que tiene una evidente relación con un sueño frustrado.

Como periodista, Mehta cumple la labor de recopilar las historias de hombres y mujeres anónimos que cruzan fronteras y límites políticos, en medio de todo tipo de riesgos. Como catedrático, las usa para explicar el rebrote de conductas xenofóbicas, violentas y directamente relacionadas con el odio a la diferencia, que la campaña de Trump avivó en EEUU y que la ultraderecha Europea utiliza como bandera para el discurso nacionalista. El escritor se concentra en EEUU pero su reflexión sobre el tema es válida para cualquier punto del mundo: La emigración ocurre por una combinación de necesidad pragmática (la búsqueda de mejor calidad de vida) y también, un recorrido anecdótico a lo que parece ser un instinto muy antiguo. Basándose en su experiencia, Mehta relata el recorrido de su familia a través del mundo y el suyo, para encontrar sus raíces. ¿Cuántos de los emigrantes que ahora mismo crecen entre dos culturas no llevan a cabo el mismo periplo antes en su vida? ¿Cuántos de los que los que luchan por rebasar las restricciones legales o directamente, las rompen no son parte de una conciencia grupal sobre el viaje interior que llevó a sus antepasados a diferentes regiones del globo?

A primera vista, la hipótesis tiene un aire casi fantasioso, pero Mehta utiliza su experiencia como periodista para evaluar datos y estadística (en su mayoría de su país adoptivo), para brindar consistencia al argumento. Para el escritor, la falla en las leyes de emigración tiene un origen claro: están basadas en la segregación y no, en la inclusión. De la misma manera que los temores contra los emigrantes, avivados por discursos de odio en el que impera terrores muy antiguos sobre invasiones y el antiguo mito de la afluencia ilegal y masiva de emigrantes a los países anfitriones. Para la segunda mitad del libro, Mehta deja claro que la emigración moderna es el hilo conductor de corrientes constatables, relacionadas con la pobreza, la riqueza, la prosperidad pero también, la cultura que elabora una idea ideal sobre el hecho del traslado efectivo como forma de vida.

This land is our land: An Immigrant’s Manifesto está lleno de historias y todas tienen un ingrediente conmovedor que juntas, crean un relato coral sobre la migración histórica con cierta influencia del colonialismo, tema que también se analiza como variable dentro del modo y estilo de vida del moderno emigrante. Mehta recuerda la ocasión en un hombre británico preguntó a su abuelo por qué había emigrado desde la India a Inglaterra y la forma en que la respuesta, le sorprendió: “Hemos venido a recuperar lo que nos fue arrebatado”. ¿Se trata de eso? se pregunta Mehta, mientras intenta comprender los finos hilos que une al migrante y a su familia con la tierra adoptiva. ¿La emigración sólo es resultado de un conjunto de posibilidades económicas? ¿O hay algo más que sostiene la decisión? La obligación moral surge entonces como parte de un amplio discurso sobre la posibilidad del traslado efectivo. Desde Oriente a Occidente, las oleadas migratorias responden a intereses tácitos que se manifiestan de forma muy clara, a medida que transcurre la narración implícita en el libro de Mehta. Cómo pesadilla, sueño o bendición, la emigración es la conjunción de todo tipo de perspectivas sobre la forma en que se contempla el mundo. También es una revisión del poder y los límites de la cultura, como una compleja red de movimientos culturales y sociales que abarca el planeta entero. Intuitivo y minucioso This land is our land: An Immigrant’s Manifesto, es quizás la obra más profunda publicada en la última década sobre la herencia familia, histórica, genética y las infinitas variaciones de la emigración como un recorrido por la historia de la humanidad tanto en el pasado, como en la actualidad. La familia humana, que Mehta imagina como un gran conglomerado atípico en pleno crecimiento, es también una reconstrucción efectiva de la sociedad actual como expresión de quienes somos como conglomerado y sobre todo, quienes podemos ser. “No estoy pidiendo fronteras abiertas” puntualiza el autor “lo que aspiro son corazones abiertos”. Y quizás el mayor logro de This land is our land: An Immigrant’s Manifesto sea esa percepción de un territorio único, abierto y en constante reinvención, en el que la identidad del emigrante no es un obstáculo para el desarrollo colectivo, sino un aspecto importante de su búsqueda. Como deja claro Mehta en varias partes del libro: “La nueva emigración es el futuro transformado en un tránsito entre la cultura que evoluciona y el resultado de esa evolución. Un nuevo rostro multiétnico y cosmopolita para un mundo que se refleja en el espejo de un cambio progresivo pero inevitable. “Los emigrantes son el rostro de un viejo hábito histórico” concluye Mehta “y el final de su recorrido, es el comienzo de un nuevo tipo de cultura”. La idea más audaz de un libro lleno de ellas.

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Aglaia Berlutti
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Written by Aglaia Berlutti

Bruja por nacimiento. Escritora por obsesión. Fotógrafa por pasión. Desobediente por afición. Escribo en @Hipertextual @ElEstimulo @ElNacionalweb @PopconCine

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